¿Viste que salió el sol?, como siempre pasa. Quizá te lo perdiste mientras estabas enfrascado reclamándole al mundo perfección.
Siempre amé la primavera y ahora parece tardar una eternidad en volver. Vos te escurrís en ella y me dejás el frío.
Después de reírme mil veces de mi vieja cuando decía que el té cura todos los males, me hice fan del té de peperina, que es más raro que extrañarte a vos, que no me querés de la manera que yo quiero que me quieras y que me dejás más resaca que el porro. Me quedo con el té.
Es tarde. Debería irme a la cama, pero bien saben las cicatrices de mi psiquis y mi cuerpo, que nunca he sido una amante del sueño temprano, ordenado y rutinario. Me gustan las noches y el ruido de la calle... Seguir leyendo →
Una historia parcialmente basada en una histeria. Aquel día decidí tomarme la tarde libre después de una semana agitada y estresante. Existe una especie de mito urbano que alimenta la idea de que los escritores llevan una vida cómoda, libre... Seguir leyendo →
Yoga, tiráme una soga que me estoy hundiendo en un “infarto de ojo” y aunque vaya al médico me va a decir que es locura. No se cura con medicación sino con fluidez y ligereza de pensamiento. Yo ya conozco... Seguir leyendo →
La dama no quería drama, pero lo tenía de a montones. Drama real, poco. Drama inventado, bastante. Cada quien vive su trama como le da la drama. Y está bien. Karma, drama. No hay problama. Amámos el drama. ¡Mozo! Traiga... Seguir leyendo →
Lectores que dicen «hola»